FRAGMENTOS
Los patitos feos, libreto del montaje audio-visual
Colección: Loca Poética Tragicómica
Escrito en el año 2008
Penúltima revisión, año 2010
Así os felicito las Pascuas, muy raro, pero me divierte Autora: Silvia Lázaro Díaz
Parte del montaje audiovisual está al final de escritoras andaluzas
[.../...]
Lo siento, me llega
Silencio de los silencios del que se espera la nada.
Silencio del andante sin palabras.
Silencio.
Silencio que arrastra carretas: carga.
Tropiezo con los mismos mil objetos caídos, amontonados, viejos, nuevos o roídos.
En silencio los observo.
Silencio de los silencios del que se espera lo absurdo.
Silencio de la calle, ruido en la montaña, música del deseo en mi alma lacia.
Rigor doloso sobrado.
Frío odioso.
Tedio endiablado.
Y, enseguida lo supe:
El quinto del verano esperaba temblando en la puerta.
No iba a abrirle.
Desde mi cuarto olí el “cabrales” que me traía de regalo.
El quinto que lo intentó cayó de bruces.
Mis brazos no lo soportaron.
Estaba sumida en la tristeza.
Esperé tres horas hasta que lo vi alejarse.
Entonces, fui a una playa.
Repleta de residuos pestilentes, con mi cara de raspa, de rata, de cucaracha,
me di cuenta de que otra vez estaba caída, amontonada.
Me alejé por el sendero que lleva a la era.
Caminé sin zapatos dos kilómetros.
Penitente de la estupidez, orando a la nada, sangraron mis pies.
Razoné el dolor.
Más me amontonaba.
Vendé mis heridas con mi ropa y bajé por la montaña.
La brisa me daba en la cara,
pero como andaba acelerada,
no sentí su frescura.
Un cabrero me alertó:
—Niña, vas en bragas.
Escuché su advertencia.
Me desnudé despacito y me tumbé al sol.
Sus rayos prendieron las parvas de mi alma.
Ardida, regresé a casa de noche.
Mi amado me esperaba.
Me cogió de la mano, me lavó, hizo que descansara.
No pude llorar porque soy mala pata y tengo cuerpo de lágrima
aunque esté hablando contigo.
[.../...]
Ronronea la sorpresa
Me ronronea la sorpresa arañándome "vagota".
Como buena felina, se escapa de la caricia.
Mi gata en los callejones aruña deseos.
Sabe que la espero y no aparece.
¿Tanta paciencia perruna me hace?
Cuando venga con sus temblores, la muerdo.
¿No me hace perra? Pues eso.
Bocado daré a la sorpresa que ronronea felina por los callejones aruñando deseos.
Sabe que la espero sin paciencia de perro.
Hecha de barro en “Taiwán”
Sigo entretenida dándole a la tecla que es mi dicha, reírme de mí, una doña.
Trifulca, triadas de confusos.
Adeninas, fosfóricos luminiscentes.
Trabados de proteicos.
Tríos trabucados triturándome.
Mal esta res que brava me empitona,
vaporiza mis sudores en disolución ácida de rojo bermellón.
¡Procesan a mi Lucifer!
Malestares fosforitos de feriantes en quiebra.
Es noticia en mi suburbio, en mi entrañable, en mi tierra.
Procesado está lo onírico, carece de defensor.
Fiscaliza lo santo. ¡Maldición!
Mi suerte está echada —tumbada—.
Sueño con fantasías —sueño—.
Oro a la ilusión —ilusión—.
Imagino presentes —presente—.
Ruego a la creación —sudor—.
Culpable. Unánime sentencia se falló.
¡Pobre de Lucifer!
No llores amado, somos sueño, trabajamos, descansamos, caminamos, dimos y perdimos.
Perdidos, sí.
Somos reos proteicos, libres procesados,
en un juego de patitos que no esperan.
Ilusión por fuera.
Ilusionados de veras.
Desilusión con miedo.
Sensación de los adentros.
Es pera. ¿Será fruto? ¿Será pena? Espera.
Es para.
Es para dar, darte una sorpresa, presa está la idea, ¡ea!
Espero.
Perola, cacerola, jugosa manzana, como peros rojos cada mañana. Los saboreo.
Es, pero es un pecado pegado a mis entrañas,
Es, pero es lujurioso lo que emana.
Sin espera, cuezo peros en cacerola con pelos, sonriente mi perola gotea mi olla.
Es que pica.
Pica, es que pica. El dolor es que duele. Es una pera de pena la que precede al pero que es una manzana que presa a la sorpresa que nunca llega porque se tiene.
Pica la espera porque duele y es que no llegan ni peros ni peras ni nada que se les parezca.
El patito no espera, sorprende.
Y yo a lo mío con los míos.
“Matadito” de placer te tengo.
Ora tan como muerto, chiquito, y antes, riendo de gusto.
Mi canalla, no más risas que te matan.
Ora tan seriecito y antes, gimiendo por lo más finito.
Mi canalla, ¿qué me decías? Esto: ¿Estate quieta que me matas?
Yo pazco, él pace, dale que dale sin que pazca la paz y todo por Navidad.
¡Ay, buey mío, patito! ¡Cuánto calorcito me das!
¿Mugimos en argot?
¿Qué eres de escayola?
Pues no lo pareces.
Yo estoy hecha de barro en “Taiwán”.
FRAGMENTOS DE POEMARIO SIN TÍTULO
Agosta el amor perfumando sus rescoldos.
Amarillea su reino.
Agónico el nómada sentimiento,
Arría lamentos.
Árese ya tanta ansía de vuelo que agota mi emigrar.
¿Es tan difícil amar?
¿Es tan complicado aletear
al unísono de nuestro despertar?
Amor, espera,
Aligeremos apegos.
Armónicos nómadas libres
Amando dos.
Briznas germinadas en la quema,
Verdean amores, trigueras.
Brotan nuevas,
Vuelan.
Van.
Van y vienen pasiones.
Vuelan palabras y concepciones.
Brotan ignorando derrotas.
Verdea mi trigal.
Briznas crecidas, ¡ay, amo ya!
Exequias al loable, impronta, cincel y lágrimas.
Olvido el cianuro del pie de lo detestable.
Mi unidad seguida de lamentos,
Multiplica el sacramento,
Potencia la creencia de anhelos
de amores mal vividos.
La relación:
ínfima mi unidad es,
infinita mi soledad.
Decremento.
Borradas o corregidas pasadas cuentas,
Me hago par,
Me integro,
Rehúyo del cero,
Me suspendo y pruebo amar,
Me dejo llevar.